Maritza estaba obsesionada con la belleza. Siempre ocultaba su piel con capas y capas de maquillaje, cada día un poco más. A pesar de ser una mujer bella, dedicaba tanto tiempo a ser bella que su vida pasó sin darse cuenta.
Hasta que un día se dio cuenta de que sus seres queridos vivían lejos de su tiempo de "belleza", pero siempre cerca de su corazón. Comprendió que por más capas de maquillaje que utilizaba, su espíritu quedaba atrapado bajo una máscara. Su piel se hizo dura, pero su corazón no.
Maritza soltó las ataduras un día cuando vio que su tiempo se estaba acabando. Fue duro para ella saber que lo que tanto estaba adornando no era más que una estatua sin vida. Luego de reflexionar en soledad, aprendió a vivir en compañía y su vida cambió.
Detalles de la obra:
Información adicional
Tamaño
14 x 17 pulgadas
Corriente artística
Surrealismo
Técnica
Pintura acrílica y marcadores permanentes sobre papel libre de ácido.