Irene tiene un poco de confusión en su mente. Es una buena observadora y ha aprendido a callar sus emociones reales por miedo a no ser aceptada. Vive en una cárcel mental. Trata de salir, pero le aterroriza perder el cariño de sus seres queridos. Se pregunta mil veces: ¿por qué? Hasta que llega el momento de volar sin miedos, volar dejando todo atrás. Sabe que quienes no la aceptan, un día la comprenderán. Al menos así, corre con fuerza fuera del clóset que tanto tiempo la tuvo atrapada. Vivir afuera del clóset a veces da mucho miedo, pero da más miedo nunca salir de él.